Profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia, Vicente Bellver Capella, contribuye con este texto en el Manual de Bioética; siendo la bioética una reflexión de corte crítico pero también comprometido con la vida, habría que maridarla con las otras disciplinas que tienen también por objeto a la vida y, en este caso, maridar bioética y ecología. Dice el autor: “La ecología es la ciencia que se ocupa del estudio de los ecosistemas, de las relaciones de los elementos que los componen entre sí, y de las relaciones de unos ecosistemas con otros. Es una rama de la biología que comenzó a desarrollarse y adquirir un estatuto propio desde mediados del siglo XIX. Fue el biólogo alemán Ernst Haeckel quien acuñó este término (procedente de las palabras griegas iokos=casa y logos=ciencia) en 1866. Vista así, la ecología no es más que una ciencia de carácter empírico, que proporciona un saber fundamentalmente descriptivo. Sin embargo, cuando hoy en día oímos hablar de ecología la asociamos a muchos otros fenómenos: a la denuncia de los grandes desastres ambientales ocurridos desde la segunda guerra mundial; a nuevas corrientes de pensamiento que cuestionan los actuales modos de relacionarse del ser humano con la sociedad; a modos de producción que resultan respetuosos con el medio ambiente; etcétera. Este segundo significado del término ecología tiene que ver con la pregunta filosófica acerca del lugar del ser humano en la naturaleza y, en consecuencia, del comportamiento que debe tener con respecto a ella. En este segundo sentido, el término ecología nos remite a un saber teleológico (que busca el fin y el sentido de las cosas) y prescriptivo (orientador de la conducta humana).” 1
1 Tomás Garrido, Gloria María (coord.) Manual de bioética, Ariel, Barcelona, 2001, pp. 278-294.