Diego Gracia, autor del libro Fundamentación y enseñanza de la bioética, describe el quehacer de la bioética como un quehacer racional, en el que se dan cita multitud de subjetividades y de disciplinas (y ahí su carácter plural), pero que tiene encomendada una función crítica para evitar estancarse en la pluralidad y direccionar la reflexión racional.

En palabras del autor: “Una peculiaridad importante e irrenunciable de la razón es su capacidad crítica. La razón tiene presupuestos, pero tiene también la capacidad de criticar sus propios presupuestos. Por lo primero, el debate racional es plural; por lo segundo, es crítico. En la bioética racional caben todas las perspectivas, pero para entrar inmediatamente en un proceso de confrontación crítica. De hecho, toda propuesta racional es base de una nueva crítica. En eso consiste lo más característico de la propia racionalidad humana. De ahí que el pluralismo no tenga nada que ver con el escepticismo o con la indiferencia. El hecho de que la razón no pueda dirimir de una vez por todas las cuestiones, y que por tanto diste de ser absoluta, no significa que no tenga que justificar sus propias producciones y buscar la máxima plausibilidad y coherencia. La bioética, precisamente porque es racional, ha de asumir su doble condición de plural y crítica. No todo vale lo mismo, ni está apoyado por razones de igual peso.”¹.

¹Gracia, Diego, Fundamentación y enseñanza de la bioética, Editorial EL Búho, Bogotá, Colombia, 1998, pp. 64-77.