Juliana González Valenzuela, en el libro Genoma Humano y Dignidad Humana1, plantea que la bioética laica está caracterizada por su carácter plural y polémico, así como por el contraste de interpretaciones y valoraciones con que son asumidos sus dilemas. Se define ante todo, agrega, por su naturaleza relativa, abierta, dialógica, procedimental, opuesta esencialmente a toda pretensión de poseer verdades absolutas, universales o uniformes.
La autora señala que aunque la bioética laica debe asumir plenamente la inequívoca pluralidad de las morales y las culturas, en su proyección práctica la tarea de la bioética es, en gran medida, promover la comunicación entre extraños, basada en el respeto a las diferencias, sin embargo, en su proyección filosófica, la bioética tiene la mirada puesta en “lo uno y común”.
“Si es posible tender puentes, dialogar y buscar consensos es porque existe algo en común, alguna básica amistad ética entre los hombres”.
1González Valenzuela Juliana. Genoma humano y dignidad humana. Editorial Anthropos. Primera edición, 2005. España, p.50-55.